viernes, 26 de febrero de 2016

Primera actividad: Debate o puesta en común

Esta actividad está planteada para niños de sexto de primaria. En este curso, los alumnos ya se encuentran a las puertas de la adolescencia, una etapa de cambios en la que la persona deja de ser niño/a, pero todavía no ha adquirido el estatus de adulto. Este  periodo suele ser inestable y puede estar plagado de conflictos y de riesgos. Está en nuestra mano aprovechar cualquier ocasión para ayudarles, motivarles, orientarles… para que esta etapa sea como cualquier otra y les ayude a seguir desarrollándose sanamente y de manera integral.
La adolescencia es una etapa en la que también hay unos cambios físicos muy visibles y notables. En un momento dado, pueden encontrarse incómodos en su nuevo cuerpo adulto. Los chicos y chicas se compararán con amigo/as y compañero/as, y todos aquellos que se escapen de la media (es decir, los que empiecen a desarrollarse antes o después) pueden tener sentimientos de vergüenza o ansiedad. Aquellos que lo hagan antes, quizá no tengan todavía desarrolladas las capacidades cognitivas necesarias para percibir los cambios e integrarlos en su nueva imagen corporal.
Respecto a esto, también existen diferencias entre chicos y chicas: mientras un desarrollo físico precoz es bien recibido en los chicos, quienes valoran la fuerza y la capacidad para los deportes, en las chicas los primeros cambios no son bienvenidos pues entran en conflicto con la imagen social de belleza asociada a la delgadez.
Teniendo en cuenta todas estas características que poseen ya en gran parte los niños y niñas de sexto de primaria se me ha ocurrido hablar sobre la imagen de sí mismos, el concepto de belleza, qué les hace sentirse incómodos, etc. Es una actividad en la que pueden expresarse y compartir entre todos este tema que tanto les importa a esta edad y que además les puede ayudar a ganar confianza en sí mismos y a no juzgar tan duramente a los demás por los rasgos físicos.

ACTIVIDAD
Empezaría la sesión pidiéndoles que escribieran en un papel, de manera individual, cómo se ven a ellos mismos y si cambiarían algo. Más tarde, proyectaría alguno de los siguientes vídeos o los dos si diera tiempo:




Después, comenzaría el debate o la puesta en común. Dividiría a la clase en dos grupos. Como se trata de un tema en el que es muy diferente la postura masculina y la femenina, los grupos serían: uno de chicos y otro de chicas. Si fuera posible y se contara con el espacio suficiente nos sentaríamos en círculo en el suelo. Habría un moderador que se encargaría de dar avisos o penalizar a sus compañeros a través de dos tarjetas: la amarilla supondría dar un aviso a un compañero que no se está comportando tan bien como debería y la tarjeta roja supondría la expulsión de la comunicación si hubiera cometido algo muy grave (insulto a algún compañero…). El moderador sería el niño o niña que  sabemos que suele interrumpir o que es más inquieto. Así, si tiene una responsabilidad se comportará mejor y estará centrado en desempeñar esta tarea lo mejor que pueda.
Para fomentar que todo el mundo hable y participe se irán pasando en cada grupo algún objeto y solo podrá hablar en cada momento el que posea ese objeto. Así, la conversación se desarrollará de manera ordenada y te aseguras de que todos participen. También, para aquellos que sean más tímidos se puede plantear otra cosa: se puede nombrar a la chica y al chico más tímido como los “consejeros” de cada grupo. Así, se les dará un papel de mayor importancia que les aportará más confianza a la hora de expresarse y se les podrá preguntar con más frecuencia. Por ejemplo, para finalizar cada idea que salga en la conversación ellos son los que nos pueden decir la conclusión con la que nos quedamos.

PREGUNTAS
Dentro de la conversación, se podrían plantear las siguientes preguntas para asegurarnos de la continuidad y de la fluidez de la misma. Las preguntas están planteadas a partir de los vídeos que proyectaríamos al principio de la sesión:

¿Por qué nos importa tanto la imagen, nuestro cuerpo y lo que los demás piensen de nosotros, de lo que hacemos o decimos?

¿Hay un concepto fijo y determinado de belleza? ¿Qué cánones o modelos de belleza y perfección nos marca la sociedad, si es que nos marca alguno?

Todos tenemos experiencia de sentirnos insatisfechos con algo de nuestro ser, ¿qué es lo que nos hace sentirnos incómodos?

Sentirse incómodo es lo contrario de sentirse libre, ¿qué cosas creéis que nos quitan la libertad?

¿Qué hace que los niños sean tan libres?

¿Por qué nos centramos en los aspectos negativos, en ver lo que nos falta en vez de valorar lo que somos, con toda nuestra riqueza?

Mirando el vídeo, ¿creéis que a las personas que quieren a quienes son entrevistados les importará verdaderamente el tamaño de las orejas, si tienen cicatrices en la cara, etc. o su personalidad, los dones que tiene y que comparte con ellos?

¿Por qué querría cambiar algo de mí mismo? ¿Dónde puede residir mi belleza? ¿No podría estar en aceptarme tal y cómo soy?

¿Puede influir esa concepción que tenemos de nosotros mismos en nuestras relaciones y el trato con los demás?

¿La imagen que tenemos de nosotros mismos es dura o inapropiada? ¿Coincide con cómo nos ve el mundo?

¿Acaso existe la perfección total en el ser humano?

PARA FINALIZAR...
Para acabar la sesión, después de comentar y llegar a una conclusión me gustaría que tuvieran siempre en cuenta los aspectos positivos de los demás. Es cierto, que siempre se nos adelantan los prejuicios o el pensar mal casi sin conocer a esa persona. Por ello, trabajaría con ellos el intentar ver siempre lo bueno de la persona, lo que nos une que es mucho más que lo que nos separa, sus cualidades. Para ello, iría sacando uno por uno a los niños para que brevemente cada uno de sus compañeros le diga algo bueno y que le gusta de él o de ella. Más tarde, compararían lo que han puesto ellos previamente con lo que luego les han dicho sus compañeros.
Por último, acabaríamos con la siguiente dinámica: o bien pasar un cofre que tenga dentro un espejo de manera que al abrirlo se vean a ellos mismos como el tesoro más valioso o bien realizaríamos un photocall original en el que salieran todos y luego poder realizar un mural con las fotos y titularlo “la belleza o la riqueza de esta clase” o algo así.

EVALUACIÓN
Lo que tendría en cuenta a la hora de evaluarles sería su capacidad para escuchar atentamente a los demás para luego poder contestar de manera adecuada, su capacidad para razonar y para expresar unas ideas de manera organizada y que tenga que ver con lo que estamos hablando en ese momento. También, valoraría su interés por lo que estamos tratando, su actitud. Además, en los niños más habladores tendría en cuenta su capacidad para controlarse y para respetar el turno de palabra y en los menos participativos valoraría los esfuerzos que hagan por irse superando y hablando cada vez un poco más.
Me parece que es importante que los niños, y más especialmente en esta edad caracterizada por la inseguridad, se valoren a sí mismos y confíen en ellos. Creo que esta actividad podría ser muy enriquecedora y podría crear un mejor clima en la clase. Cuando los niños se sienten a gusto consigo mismos y en un clima de confianza están más motivados a aprender.

Bibliografía